Punto de encuentro:
Explanada de la comisaría provincial de policía (Plaza Manuel Azaña)
Hora:
08:45 de la mañana, para salir a las 09:00 de la mañana.
Esta ruta parte del pueblo de Pizarra, hacia la cima de la Sierra Gibralmora, desde la que se divisa buena parte del Valle del Guadalhorce y de la Sierra de las Nieves.
El nivel de dificultad es media-baja, el tipo de ruta es lineal y la duración aproximada dos horas para la subida y hora y media para la bajada.
Hay posibilidad de hacerla circular con tal de ver una Ermita que esta enclavada en una cueva.

Descripción de la ruta
El sendero
en los primeros metros, en el área recreativa, aparece relativamente disperso,
aunque hay algunas señalizaciones que indican el ascenso hacia la zona más
tupida del bosque. Nunca hay que perder de vista el pequeño arroyo que
atraviesa esta zona. Al principio debe estar a la izquierda, pero tarde o
temprano habrá que cruzarlo para tomar el sendero definitivo.
En este
camino de subida toparemos con un roquedal por el que podría parecer no se
puede pasar, pero ahí está una de las sorpresas más agradables de este
itinerario, la llamada Raja Ancha. Es un pasadizo excavado en la propia piedra
que sirve para enlazar con otro sendero situado más arriba. Es quizás el sitio
donde más fotografías se hacen los senderistas aunque el contraluz que hay
muchas veces fastidia las fotografías de los menos ávidos. Hay que subir por un
tramo de escaleras hasta llegar a la citada senda, aunque antes merece la pena
echar una mirada desde el pequeño mirador situado justo encima de la Raja Ancha.
El camino
continúa en ascenso continúo, pero con poco desnivel a través de un espeso
pinar. Realmente se sube por una senda que va rodeando la sierra para evitar
los tramos abruptos. De vez en cuando el pinar permite avistar la imagen del
Santo, que en realidad es la imagen de un Sagrado Corazón. También habrá otra
ocasión de disfrutar de las vistas en un mirador natural desde que se ve
perfectamente las fértiles huertas del Guadalhorce. Será un buen descanso antes
de continuar el ascenso y pasar junto a la cavidad llamada Cueva Oscura.
En el último
tramo, la ruta acentúa algo más el desnivel y abandona el bosque de pinos. A
través de un camino angosto se va viendo cada vez más cerca el objetivo, el
mirador del Santo. En los últimos metros la senda se adentra en uno de los
recovecos de la sierra de Gibralmora para acometer la llegada a la imagen del
Sagrado Corazón por detrás. Antes de llegar se pasará por un área recreativa,
habilitado con barbacoas, mesas, bancos e incluso un pequeño refugio de montaña
(hay que solicitar permiso en el Ayuntamiento de Pizarra para su uso). De esta
forma, se llega hasta la imagen del Santo, uno de los mejores balcones
naturales al Guadalhorce a pesar de no ser un punto muy elevado. Desde allí, se
ven poblaciones como Álora, Casarabonela, Zalea, Cerralba, Gibralgalia, Guaro o
Coín, entre otras.
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Para
regresar hay que descender de nuevo hasta el punto de partida por el mismo
camino. También existen otras posibilidades de convertir la ruta en circular,
aunque el trazado es muy diferente, ya que se usan anchos carriles de tierra
para rodear por detrás la sierra. Una de esas posibilidades es la que sale del
área recreativa del Santo a la derecha y enlaza varios kilómetros después con
el punto donde se ha dejado el vehículo. La otra gira a la izquierda en sentido
Álora y rodea la sierra hasta llegar a la ermita de la Fuensanta, una capilla
excavada en parte en la sierra. Desde allí habría que cruzar el casco urbano
por el norte para llegar al punto de partida.
Fauna y
flora
Entre los
atractivos de este sendero están, además de su pinar, sus numerosas plantas
aromáticas. Si se presta atención, junto al camino se podrán ver especies como
la salvia, la lavanda, el hinojo, el romero, el tomillo, el cantueso o la
manzanilla, entre otras. También hay árboles como acebuches, olivos,
algarrobos, almendros o pinos carrascos.
En lo que se
refiere a fauna, esporádicamente se pueden ver algunas rapaces en la zona.
También hay pequeños mamíferos, como ratones, musarañas o conejos, entre otros.